El relato me hizo acordar mucho a mi infancia, porque particularmente tuve la suerte de tener padres lo suficientemente didácticos como para no dejarme caer de bruces en los hechos fácticos de la niñez y la vida.
En mi caso, no fue el hada de los chupetes, pero si hubo muchos modos de acompañar, sostener y atravesar diversos momentos de quiebre de mi infancia.
Creo que, en nuestra práctica de formación, debemos abrazar esos momentos y reformularlos en nuevos modos de conexión con les niñes que nos toque acompañar, niñes a los que nos tocará ayudar a atravesar sus momentos de quiebre del modo más sostenido y acompañado posible.
En mi caso, no fue el hada de los chupetes, pero si hubo muchos modos de acompañar, sostener y atravesar diversos momentos de quiebre de mi infancia.
Creo que, en nuestra práctica de formación, debemos abrazar esos momentos y reformularlos en nuevos modos de conexión con les niñes que nos toque acompañar, niñes a los que nos tocará ayudar a atravesar sus momentos de quiebre del modo más sostenido y acompañado posible.
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