Actualmente, ante la situación que vivimos dentro de esta pandemia, el formato escolar en el que trabajaba con tanta comodidad (a veces no del todo valorada) ya no existe, se corrió y más que nunca tuve que adaptarme a las posibilidades y herramientas mucho más limitadas que las que existían en mi sala. Posibilidades y herramientas de las que dispongo desde mi casa, que reinvento día a día, para poder comunicarme e interactuar con mis alumnes.
Pero al mismo tiempo, a través de esta cursada pude reflexionar mucho sobre esta situación que estamos viviendo y relacionarla con las diversas modalidades de educación que existen y nos fueron presentadas durante estos meses.
A través de la cursada del profesorado, vimos en distintas materias la historia sobre les pensadores y modalidades de educación que nos trajeron hasta este punto en el que hoy nos encontramos. Pero al mismo tiempo, el aula y la disposición horaria, el formato escolar que tenemos asimilado no son las únicas modalidades de educación y cuidado de la primera infancia que existen, y me pareció muy interesante poder trabajar y reflexionar sobre la diversidad de miradas y modalidades pensadas para ello.
Por suerte o por decisión de aquelles expertes que se dedicaron a pensar en los espacios donde la educación “convencional” no estaba llegando, ya no existe una única organización de los espacios escolares o dedicados a la atención infantil, ni un único modo de ser y funcionar.
Me parece muy importante haber podido leer y conocer sobre las diversas modalidades educativas, porque como futures docentes debemos reflexionar y repensar sobre la práctica constantemente, encontrar el equilibrio entre la multiplicidad de organizaciones y modos de educación que existen y la pluralidad de realidades que en ellos se entrelazan. Por eso mismo siento que esta cursada me llevó a ampliar mi mirada sobre mi propia tarea, sobre aquello que estoy haciendo por mi comunidad o aquellos que más lo necesitan.
Conocer sobre:
* Los centros de cuidado infantil que nos hizo conocer el Prof. Eiviño, como modo de llegar, por parte del Estado, a acercarse a les niñes y familias de una zona con bajos recursos y muy castigada, con muchas necesidades básicas por cumplir trabajando en conjunto con las familias y vecines que se organizaron para crear espacios donde poder recibir a les niñes, otorgándoles espacios informales donde reciben cuidados, viandas y atención.
* El programa de juegotecas barriales, que plantea varias propuestas desde la impronta e importancia del juego como derecho de les niñes, que tiene gestión propia y también convenios con algunos ministerios, pero que también plantean una estrecha relación con las familias y organizaciones barriales de la comunidad de la que forman parte.
* Los Centros de Educación Temprana, que son espacios dispuestos por el Ministerio de Educación que plantean espacios donde las familias de niñes en edad “maternal” (45 días- 3 años) se encuentran junto con educadoras/es para compartir y desarrollar diversas propuestas lúdicas y talleres de reflexión en torno a temas de prácticas de crianza, infancias, desarrollo e inclusión.
* Y los programas sociales de atención educativa presentados, apoyados por el Estado: Fundación Integra”(Chile), “Educa a tu hijo” (Cuba) y “Primeros años”(Argentina): que desarrollaron diversas acciones educativas y lúdicas para niños en diversos contextos en zonas de bajos recursos, vulnerabilidad, poco y difícil acceso a la educación o incluso a la salud, brindando el acceso a través de educadoras, asistencia social o a través de panfletos sobre aquellas características del desarrollo de los primeros años de vida de les niñes que cada familia podría ayudar y acompañar a cumplir.
El poder conocer sobre todas estas modalidades presentadas durante la cursada, que se destacan por su trabajo en conjunto con las familias y la comunidad, brindando las herramientas necesarias para poder acompañar los procesos de desarrollo y aprendizaje, y ayudan a que las familias con las que se relacionan puedan desplegar un rol activo y protagonista en la crianza de sus hijes, revalorizando sus experiencias, saberes y costumbres, reconociendo así a las familias como primer grupo de pertenencia, de vinculación, socialización y cuidado infantil.... Creo que descubrir estos espacios y programas amplió mi capacidad de reflexión sobre la propia tarea, y sobre aquello que tengo capacidad de poder lograr.
Siento que en este momento de crisis y ajuste es cuando más debemos aferrarnos a la reflexión sobre nuestra profesión, utilizar este obstáculo como el medio de crecer como profesionales, retar constantemente nuestra creatividad, repensar diariamente la tarea docente para lograr ampliar nuestras capacidades. Ahora, más que nunca, es momento de cambiar la mirada individualista hacia una mirada socio comunitaria, reconocer que estamos construides como seres sociales y que depende de cada une de nosotres el poder reflexionar, deconstruir y pensar en acciones y políticas de cuidado, resignificando en el día a día los espacios, modos y contextos de la educación y asistencia hacia los que menos tienen y más necesitan.
Somos nosotres como adultes mediadores entre les niñes y la cultura, los encargades de brindarles el acceso al conocimiento, la salud, y el juego a través de los diversos lenguajes de expresión para que puedan conocer, disfrutar, descubrir, asombrarse, sensibilizarse, compartir y aprender sobre el mundo en el que convivimos. Debemos tener en cuenta que tenemos que trabajar en conjunto como comunidad, con las familias y entre nosotres, porque somos parte del entorno en el que cada niñe se formará y conocerá el mundo.
Es nuestra tarea como docentes el poder acercar herramientas y apoyo a las familias en cuanto a la crianza. Los tiempos apurados en los que vivimos nos encuentran sumergidos en actividades y obligaciones constantes, y pueden llevar a sentir que la crianza es en soledad, de manera individual, en cada hogar o familia... Pero en realidad, cuánto más enriquecedora y sencilla se volvería la tarea si estuviera nutrida desde el encuentro con otros con quienes compartir momentos y crear vínculos de apoyo y cuidado, intercambios de prácticas, saberes, miedos, emociones e inquietudes; momentos libres del peso de los prejuicios y que nos lleven a darnos cuenta de la importancia de estar conectades con otres con quienes compartir nuestras vivencias, y que nos lleven a enfocarnos en mejorar entre todes, en comunidad, el mundo que estamos presentando a les niñes.
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